jueves, 18 de octubre de 2012

Dominio del lenguaje y frustración ciudadana

NEOLIBERALISMO: LA CIENCIA QUE NO EXPLICA NADA

En muchos ámbitos se conoce a la Economía como la ciencia lúgubre y no sin razón. Sin embargo, se trata de una injusticia, pues este tétrico nombre se le atribuye gracias al tratamiento de esta ciencia social que hace la Economía Ortodoxa, que se asimila a la Economía como disciplina y que totaliza el debate público y académico. Concretamente, reducir la economía a la "ciencia que analiza el comportamiento humano como una relación entre fines dados y medios escasos que tienen usos alternativos" como propuso Lionel Robins en 1932, es la que le ganó a la Economía su triste adjetivo.

Aprovechando que pronto hablaré sobre teorías alternativas a la inflación -ya hablé de ello anteriormente para referirme a la crisis de deuda del Sur de Europa- hoy me remitiré a citar a José Luís Sampedro. En las líneas que transcribo a continuación, aborda el problema de la inflación, dando una lección magistral de Economía Política. La dominación del lenguaje por parte de la clase hegemónica hace incomprensibles a la ciudadanía los procesos económicos, los subsume en ellos y los inutiliza políticamente.

Os dejo con José Luís Sampedro (C. Berzosa y J.L. Sampedro, La inflación, 1976):

"La teoría convencional sólo ofrece una versión incompleta de la realidad y explica la inflación de una manera expurgada, como para menores de edad. Una ciencia tal es ciertamente curiosa. Y, además, resulta por fuerza decepcionante. Cuando el trabajador pregunta a esos manuales capitalistas por las causas de la inflación, recibe, con enfática insistencia y entre primores académicos más o menos frondosos, las dos principales respuestas siguientes, a menudo combinadas: una, que la culpa es del exceso de dinero en el mercado o un exceso de demanda y, otra, que la culpa la tienen el propio trabajador y sus compañeros, por empeñarse en obtener mayores salarios.
El trabajador se decepciona porque no hace falta el doctorado en economía para replicar a ambas respuestas. Ante la primera puede decir: ¿Por qué he de pagar yo las consecuencias de un exceso de dinero, si yo no lo provoco ni tampoco sobra en mi bolsillo? Ante la segunda, se sentirá justamente indignado: ¿Cómo no he de pretender mayor salario si con el mismo dinero al mes vivo cada vez peor? Pero ambas réplicas no sirven de gran cosa ante el mayor poder político de los que se justifican con las respuestas oficiales. Y el trabajador vuelve la espalda a los manuales, comprendiendo que son ajenos a su vida; pero sigue sin poder explicarle por qué le pasa lo que le pasa"


2 comentarios:

Celfo dijo...

Pero... no da la respuesta alternativa al tema de la inflación! que es lo que no me entero! :P Me alegro de que hayas recuperado tu blog :D

Jaime dijo...

Ya te dije que era un pequeño aperitivo,jeje. Pronto haré la entrada sobre inflación. Pa' mi negro.