sábado, 4 de junio de 2011

Más poder para los directivos, mismo sueldo.

El Gobierno ha aprobado un RD para regular los sueldos de los directivos y limitar los riesgos del sistema financiero. Hoy me centraré en la 1ª cuestión, pues es algo de lo que se lleva hablando tiempo y que está en el centro del debate en el movimiento 15 M. Aquí dejo un link a las explicaciones de Moncloa: http://www.lamoncloa.gob.es/ConsejodeMinistros/Enlaces/030611-bancos.htm

Para una lectura más amena: http://www.publico.es/dinero/380094/el-gobierno-regula-los-bonus-de-la-banca-para-evitar-perversiones

Nota previa: Los Directivos son las personas que ocupan los puestos ejecutivos dentro de una organización, no los propietarios. Los propietarios son aquellos que ostentan la propiedad del capital de la empresa. Ejemplo: Rourés es propietario de un gran grupo de comunicación cuyas empresas tienen distintos directivos.

* Con argumentos técnicos -evitar problemas de liquidez en las entidades por causa de los elevados sueldos directivos- y morales -"incentivos perversos"-, se legisla que los sueldos de los directivos no deben afectar a la liquidez de la empresa y que las grandes empresas crearán un comité de remuneraciones. No acota qué significa un salario que afecte a la liquidez de la entidad ni quién formará el el citado comité.

* Para evitar costes de agencia -diferencia de intereses entre propietarios y directivos, que afectan negativamente al desarrollo de la empresa, como que el directivo tenga el puesto tan asegurado o una indemnización tan abultada que no tenga incentivos para aumentar el valor de la empresa- se legisla que la parte del sueldo consistente en incentivos (salario ligado a resultados, etc.) se retribuya diferidamente a lo largo de 3 años, con lo que, de hecho, se reduce el sueldo a corto plazo del directivo, aunque terminará por cobrarlo igualmente.

* Con el mismo objetivo se legisla que la mitad de la parte del sueldo destinada a incentivos ha de figurar en acciones de la empresa. Con ello se trata de afianzar al directivo no solo como tal, sino también como propietario para que no descuide la creación de valor en favor de sus intereses personales -mayor sueldo y prestigio a corto plazo-. En mi opinión, esto conlleva otro problema de agencia más: el directivo pasa a tener entre sus objetivos personales aumentar el valor de la empresa a muy corto plazo, lo cual no siempre es bueno para la misma, pues esta ha de seguir un plan ordenado de actuación a largo plazo. Otro problema, de índole política, es la minoración de facto del poder de los pequeños accionistas en las empresas: menos democracia económica (si cabe).

* Los directivos de las entidades que reciban ayuda pública no podrán recibir sueldo por incentivos a no ser que lo permita el Banco de España explícitamente. Lo que, de facto, es una reducción de sueldo a los directivos de empresas financiadas por el Estado.

En resumen: NO se establece un salario máximo ni se obliga a reducir los sueldos de los directivos, sino que se les difiere el pago en el tiempo para evitar comportamientos cortoplacistas. Además, se confiere más poder a los directivos en detrimento del pequeño inversor y el único "castigo" a los directivos para empresas salvadas por el Estado es la reducción (opcional) de su salario.

Conviene una "reforma empresarial" que empodere a los trabajadores y a las trabajadoras, así como a organizaciones sociales para redundar en la democracia económica y evitando comportamientos individuales negativos que tienen consecuencias para todas y todos. Repensar el papel de la empresa en nuestra sociedad y sus mecanismos de decisión y control para que la ciudadanía tome parte de ellos. Los pasos dados por el Gobierno no solo son contrarios a estos principios de la democracia participativa que la ciudadanía reclama sino que, dentro del marco actual no evitarán los comportamientos rechazables por parte del gran empresario.